domingo, 1 de junio de 2014

MUÑECAS, juguetes para niños y poetas

Las muñecas florecieron en el parloteo del jardín infantil, más allá de la distancia, donde quiera que el hombre se asentara en su nómada andar tras las manadas que cazaba en los tiempos arcaicos, hasta arraigarse en los primeros poblados que construyo, cuando se hizo sedentario al hacerse agricultor.

Las muñecas y el hombre han cruzado todos los continentes atravesando las encrucijadas de culturas y civilizaciones. Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, narran, en las excavaciones hechas en sus ruinas, como todo su ámbito conoció las muñecas. 
Las más antiguas hechas con fibras naturales, difícilmente pueden conservarse dada su naturaleza, pero sí se conserva la tradición en muchas regiones, encontrándolas hoy como eran en sus orígenes. Ejemplos de ello, las muñecas realizadas con hojas de la mazorca del maíz,  autóctonas de la América primitiva. También se han perpetuado en Perú, las realizadas con fibras y textiles primitivos.

Muñeca de trapo romana
 del año 300 ac
 British Museum
Tradicional muñeca
nativa americana
Para los niños del antiguo Egipto, nacieron las muñecas de trapos sueltos y amasijo de papiros, de piedra caliza y con las tonalidades del barro cocido y de la arcilla parda. Entre las muñecas de arcilla encontradas por la arqueológia, la mas antigua hallada está en Atenas, llamada Daidala, con una edad de 4000 años promedio, conservada hoy en los museos griegos, y como dato destacado, esta muñeca fue inspiración para el diseño de la mascota oficial de las olimpiadas 2004 realizadas en Grecia, Athena y Phevos.

Daidala siglo VII ac, Atenas
Athena y Phevos mascotas Olimpiadas 2004

















En casi todos los rincones del mundo anterior comenzaron de la talla de madera. Posteriormente el cuerpo fue tomando forma, en telas rellenas de aserrín, con cabeza de cartón y ojos de piedritas o pequeños cristales o delicada porcelanas y se fueron articulando.


Muñeca egipcia
2080- 1990 ac
Cada cultura tiene en ellas un representante en madera, piedra, barro, telas, fibras, etc., que cuentan, en su callado lenguaje, la ternura de la mano de la niña donde surge el sentimiento maternal. Porque en ese sentido de ingenua emoción coinciden las niñas europeas, las asiáticas, así como las chiquillas de Alaska, en el acunar sus muñecas con el mismo cuidado maternal que las descendientes de los indígenas, la misma emoción en los pueblos bárbaros y en los civilizados, en las rutas desérticas, en los pueblos del Mediterráneo como en los del Caribe.
De cualquier material, niños y poetas necesitan tan solo un amorfo trozo de la realidad para darle aérea estructura. La fantasía hace lo demás.


 Pasaron los siglos y la muñeca evolucionó. Aparecieron el cartón piedra y la goma, los matizados celuloides, la pasta de madera, la goma y el latón. De moda estuvieron las muñecas de fieltro, y con la era mecánica les llegó el movimiento y la voz. Cierran y abren sus ojos, se adormecen, llaman a su solícita dueña: “ma…ma”, brazos piernas y cabeza se mueven a voluntad, y van siendo producidas en serie por las monumentales fábricas modernas de los años 50 y 60, que reemplazan el taller o el hogar donde antes les daban vida verdaderos artesanos esmerados en la elaboración de hermosas piezas, campesinas de hábiles manos y rostro apacible.

Con el avance tecnológico, se crean nuevas muñecas con nuevas facultades, pueden hablar correctamente, cantar, correr, pueden ser pequeños robots infantiles. Pero junto a las muñecas de última generación, sigue perpetuándose la ancestral muñeca de trapo, que también va evolucionando y adaptándose formalmente a cada época, pero al igual que la especie humana, en las profundidades de  su ser conserva intacta su esencia y seguirá existiendo mientras hallan niños y poetas.

El juego con muñecos para niñas y niños,
 los desarrolla psicológicamente sanos
haciéndolos personas mas integras. 

Federico Brandt 1927





















http://collectdolls.about.com/od/dollsbymaterial/u/dollsbytype.htm

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