domingo, 8 de junio de 2014

Muñecas del Táchira

La muñeca de trapo en el Táchira, como en todo rincón del mundo, tiene sus orígenes en los primeros pobladores, donde también coexistían niños y poetas.
Enumerar las características que prevalecieron en la región, puede ser muy impreciso, pues fue una actividad muy individualizada y cada creador o creadora, les daba su toque personal. Pero si coincide el hecho que en los principios, en épocas remotas, se usaron elementos naturales para la confección, como las tusas o partes de la planta del maíz, fibras vegetales, taparas para las cabezas, y esto es netamente americano, pues es del continente, el maíz.


Luego durante la colonización, y con la introducción de nuevas costumbres, tanto europeas como africanas, los procesos de producción cambiaron o evolucionaron, y la producción de muñecas artesanales no fue exenta de ese cambio. 

Nos cuentan las abuelas o las hijas de esas abuelas que vivieron en esas épocas del Táchira, en el siglo XIX, que las muñecas con que jugaban, las hacían sus propias madres,  utilizando medias y ropas viejas. Las medias las usaban para crearles el pelo, cortándolas en tiritas, los rostros eran bordados, aunque también usaban botones para representar los ojos, los vestidos eran hechos con tiran de trapos o de vestidos viejos, y todas eran cosidas a mano, pues la maquina aun no existía.

Pero como se dijo al principio, difícilmente se pudiese conservar un ejemplar de esa época que nos mostrase como fueron; solo las podemos ver en las historias de esas tías, abuelas, que aun viven y nos cuentan sus memorias.
Sumado a ello, al pasar el tiempo, la muñeca de trapo a ido tomando una fisonomía propia de cada región, caracterización basada en las costumbres, usanzas y atuendos propios de los pobladores, logrando este hecho, que se diferencien entre si, pudiendo reconocer una muñeca de trapo andina, de una oriental, o de una falconiana. La tradicional muñeca andina tachirense, es la vestida con una falda negra y cintas de colores en el ruedo de la falda, usa ruana y sombrero, y su cabello negro, rubio o rojizo, es recogido en dos grandes trenzas. Esa caracterización quizás tomo peso en los inicios del siglo XX.


















Por otra parte esta el hecho de que existen creadores que a cada una de sus piezas les dan su "huella" personal cuando son elaboradas como piezas únicas, con carácter artístico, con un estilo diferenciado. 


En la actualidad, existen en el Táchira, creadores que mantienen viva la tradición de las muñecas de trapo. Los hay quienes producen ejemplares únicos e innovadores, los que hacen nuevos aportes  usando un lenguaje contemporáneo reflejado en el atuendo que se le dé, en las modas usadas en diferentes décadas, o sencillamente producto de la fantasía. Están los que mantienen el estilo tradicional de la muñeca, contribuyendo a la conservación y difusión del legado de los antepasados, como las muñecas que representan a las colectoras de café, o a las negritas. Y un tercer grupo, que es el conformado por las pequeñas industrias, artesanales o familiares, que igual hacen difusión de la muñeca andina, pero ya producida en serie, con un concepto mas comercial que artístico, pero igualmente representativo de la región.


MUÑECAS DE ALEJANDRO BAUTISTA


MUÑECAS DE FIDELIA CHAPARRO























MUÑECAS DE LA INDUSTRIA ARTESANAL


http://desderubio.com/munecas-que-cobran-vida-en-la-historia/




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